Anterior Ethemoidal
Artery Septal Flap for the Management of Septal Perforation
Los colgajos mucosos nasosinusales
pediculados en ramas dependientes de la arteria esfenopalatina como de las
ramas septales dependientes de las arterias etmoidales, se han convertido en la
base para la fase reconstructiva tras las cirugías sinusales ampliadas y
abordajes rinoneuroquirúrgicos de base de cráneo que se han ido desarrollando
en las últimas décadas mediante técnicas endoscópicas.
El objetivo de la cirugía reconstructiva es
conseguir un sellado del defecto quirúrgico e independizar el territorio
nasosinusal de la cavidad craneal, evitando así la aparición de fístulas de
líquido cefalorraquídeo (LCR) y posibles complicaciones intracraneales.
Los colgajos locales endonasales han sido
igualmente utilizados en la reparación de perforaciones septales, fístulas
oronasales, atresia de coanas o en la reconstrucción de la pirámide nasal.
Las perforaciones septales localizadas
anteriormente suelen ser las causantes de síntomas molestos para el paciente y
las que requieren cierre quirúrgico de las mismas para mejorar el
funcionamiento respiratorio nasal.
En el presente artículo se revisan una serie
de pacientes intervenidos para cierre de perforaciones septales anteriores
mediante el colgajo pediculado en la arteria etmoidal anterior.
COMENTARIO
El presente artículo realiza una revisión de
11 pacientes intervenidos por cierre de perforación septal anterior en los que
se utilizó el colgajo septal pediculado en las ramas septales de la Arteria
Etmoidal Anterior.
El tamaño medio de la perforación septal fue
de 15 mm (rango, 10-25 mm) y la causa de la misma fue en su mayoría la cirugía
septal previa o cauterizaciones recurrentes por epistaxis.
Estudios anatómicos describen la presencia de
2 o 3 ramas septales de la arteria etmoidal anterior, fácilmente reconocibles
en la zona supero-anterior del tabique nasal. En base a estos criterios
anatómicos, se describe el colgajo de mucosa, que se caracteriza por un gran y
flexible pedículo. Quirúrgicamente se procede al diseño del colgajo para el
cual utilizaremos tres incisiones; una anterior desde el borde posterior de la
perforación septal que se prolonga verticalmente hasta llegar 1-2 cm del techo
etmoidal para preservar filetes olfatorios e inferiormente hasta el suelo de la
fosa pudiendo extender esta incisión hasta meato inferior para ampliar la
longitud final del colgajo. La segunda incisión es paralela a la primera y se
realiza en la mucosa septal a la altura de la proyección del cornete medio. La
tercera incisión es perpendicular a las dos primeras y une de posterior a
anterior a ambas. Se procede a la disección subperióstica y subpericóndrica del
colgajo el cual se desplaza anteriormente hasta cubrir la totalidad de la
perforación septal. Se sutura anteriormente con puntos transfixiantes mediante
visión directa con fotóforo. Se recomienda el uso de láminas de silastic para
evitar sinequias en el postoperatorio.
La técnica endonasal con endoscopia es menos
invasiva que otros procedimientos externos y al no precisar cartílago, también
elimina la morbilidad del sitio donante, por lo que se convierte en la técnica
de elección para el cierre de las perforaciones septales. En la presente
revisión se consiguió un cierre en el total de los casos con correcta
reepitelización de la zona donante.
El colgajo pediculado en la arteria etmoidal
anterior demuestra una gran longitud y versatilidad siendo óptimo para tratar
los defectos en la zona anterior de la fosa nasal y el septum. Las
perforaciones septales anteriores son subsidiarias de ser reparadas con una
alta tasa de éxito con dicho colgajo. La indicación quirúrgica para el cierre
de las mismas debe estar basada en la sintomatología provocada en el paciente y
no en el hallazgo de las mismas durante una exploración endoscópica por otro
motivo. Un gran porcentaje de las perforaciones septales son desconocidas y
asintomáticas para los pacientes. Suelen ser en su gran mayoría las
perforaciones de origen tóxico o por las enfermedades inflamatorias crónicas,
granulomatosas las que causan síntomas molestos a los pacientes en los que la
viabilidad de este tipo de colgajos reconstructivos es incierta.
Artículo comentado por Juan Ramón Benito
Navarro
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